6 de julio de 2010

¡La suciedad!

La sociedad, bendita sociedad… firma del progreso del hombre y representación de todo lo nocivo de éste. La sociedad, ese medio en el cual nos movemos, vivimos, participamos y formamos, ésa es la raíz de todos los problemas, junto, claro ésta, las costumbres y hábitos que haya ido adquiriendo todo aquel que haya aceptado vivir en comunidad, acatar unas normas de conducta y un estilo de vida en concreto. Y pobre de aquel que se haya negado a seguir unos modelos de conducta fuertemente marcados, pobre de aquel que no siga las normas escrupulosamente dictadas, pobre de aquel que intente escapar de la sociedad y de un mundo civilizado, porque, las represalias pueden llegar a convertirse en castigos verdaderamente severos. Un asesino en serie por ejemplo, viola toda norma de conducta positiva.
Vivir en sociedad implica, entre otras cosas, aceptar las reglas de un juego tremendamente complejo. Imaginemos que vamos a jugar a un determinado juego de cartas. Éste tiene unas reglas que se tienen que cumplir para que el juego se desarrolle dentro de un marco racional para conseguir eficiencia y unidad a la hora de jugar. ¿Qué pasaría si empezáramos la partida y varios de los jugadores comenzaran a tirar cartas al tun tun sin seguir ninguna de las reglas previamente establecidas? El juego se haría difícil cuanto menos imposible. ¿Cómo reaccionarían aquellos jugadores que sí aceptaron las reglas y tenían la intención de cumplir las normas? Claro está, amonestarían a los desobedientes. Ya no habría orden ninguno entre los jugadores. Aquellos que optaron por desvincularse de las normas ya no seguirían jugando la partida, los que las aceptaron seguirían jugando tan tranquilamente, lidiando contra aquellos que, aún jugando teniendo en cuenta las reglas del juego, hacen trampas.

Las normas sociales se manifiestan a través de unos determinados comportamientos que atienden a unos patrones de conducta en concreto. Estoy hablando de los roles sociales, que cada cual acepta, (dado que no hay muchas mas opciones) y asume como propio, resultando así, que el sujeto deba comportarse de una manera en concreto teniendo en cuenta las normas que delimitan su propio rol (o roles). Los roles son una manera bastante clara de mantener el orden social, pues cada cual ya sabe cómo debe comportarse, a la vez que los demás esperaran que se actúe de acuerdo al rol asumido dentro de la sociedad. De un presidente del gobierno se espera capacidad de liderazgo, su capacidad para resolver los conflictos que surjan dentro de su país, de su sociedad (entre otras muchas cosas que no vienen ahora al caso porque si no, el texto sería cuanto menos, interminable). Ya se sabe cómo debe comportarse esa persona, ya se sabe lo que se espera de él. Si cumple las normas que intrínsecamente su rol le “obliga “a seguir, todo irá bien. No tendrían porqué originarse conflictos (utópicamente, claro). En el caso contrario, si no cumpliera las expectativas, ese relativo orden social dejaría de existir. Los que esperaban que se comportara como debía, sentirán que ha violado esas normas y, claro ésta, se desataría el “caos” muy justificablemente. Entonces… ¿por qué cojones un país –como por ejemplo España– está permitiendo que un inútil –por no llamarlo de otra manera– siga ejerciendo su rol de presidente cuando no cumple ni la mitad de sus funciones?

Los roles, controlan a las personas, somos prisioneros de una sociedad que nos impone unas normas que tenemos que cumplir obedientemente y, no se nos debe olvidar que un presidente trabaja para “su” pueblo… no se nos debe olvidar que si una mañana vamos al trabajo y metemos la pata, nos darán una sonora patada en el culo, si ésta máxima se aplica a todo hijo de vecino, ¿Por qué sigue yendo cada mañana Jose Luis Rodríguez Zapatero al trabajo?
Es increíble que la gente salga en a la calle a celebrar cada una de las victorias de La Roja y en cambio no salgan todos en masa a cortarle la cabeza a nuestro insigne “presi”.

En fin, spain is diferent...
Pd: Cada vez tengo mas claro que la política, apesta. Y que los españoles o somos muy conformistas o rematadamente idiotas.

No hay comentarios: