5 de julio de 2010

Porqués...

No estoy muy segura de merecer que me pienses de la manera en la que lo haces, ni que me mires con esa expresión tan tierna cuando hago que duermo profundamente. A decir verdad, no logro entender porqué yo. Porqué… porqué…

Muchos porqués sin responder. Pero alguno de peso tienes que tener. Perdona mi estupidez, el no lograr, todavía, comprender tus porqués, el no corresponder a tus miradas, a tus pensamientos, a tus caricias, a tus palabras, a tus silencios…

Perdona mi lentitud, los caracoles tardamos un poco más en llegar a la meta, nos esforzamos, es cierto, pero a veces cuesta un poco mas de la cuenta, y a veces, no llegamos a tiempo. Incongruencias de la vida, del corazón, o yo que sé de qué. El caso es que sigo sin entender las razones…

Me dices que estás loco, que soy tu pequeño asunto por resolver. Me conoces como si hubiéramos estado juntos toda la perra vida, cuando son días apenas los compartidos. Me aterras, me aterras de una manera un tanto extraña...

Ojalá estuviéramos sintonizando la misma frecuencia, ojalá…

Pd: por tí ¡que me has reenganchado a Metallica!

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