Ya se pueden ustedes imaginar por dónde. No me gusta esa maldita ley. No me gusta la censura, y menos cuando te abren la boca, te ponen un embudo y hacen que te la tragues a la fuerza. No me gusta que coarten la libertad digital, porque la libertad, sea del tipo que sea, es el único concepto abstracto que por mucho que unos y otros pisoteen a lo largo y ancho de éste perro mundo, el ser humano seguirá aspirando a ella. Sí, es cierto que muchos aspiran a sentir amor, a ser felices, etc. Otros sienten odio, alegría… En fin, mucho me temo que la lista no tiene final. Muchos pueden creer en el amor, o no. Otros pueden sentir ira, rabia, muchos en cambio, no conocen lo que es la ira. En cambio la libertad, es un concepto tan universal, tan homogéneo… Aquí y en la China popular (sobre todo en China), todo bicho racional aspira a ser libre, a hacer lo que le de la real gana. Es cierto que la libertad termina donde empieza la de tu vecino, pero en tu ordenador tu te bajas la música (sea legal o ilegal) que quieras, y te bajarás también aquellas películas que te plazca, porque Internet es un medio libre. Bueno, lo era. Internet era la alternativa a unos exorbitados precios por parte de una industria abusiva en sus precios. Que sí, que está de puta madre que la Fnac y Carrefour hagan ofertas de vez en cuando de los productos audiovisuales y bla, bla, bla, pero no hay Fnacs ni Carrefours en todas las esquinas. Bueno, que me enrollo, a lo que iba ¿Es normal que aquí un DVD ronde los 30€ e incluso los supere, y en USA no llegue a los 20$ en muchos casos? Internet era el medio del cual te bajabas todas aquellas películas que querías ir a ver al cine, y que te hubiera gustado, de veras, ir a ver sentadito en una cómoda butaca ante una pantalla gigante, con un cuenco de palomitas mas grande que tu propia cabeza, pero resulta, que para muchos gastarse 7´50€ en una entrada de cine o 20€ en un Cd, es como vender un trocito de su alma. Es lo de siempre, fuerte contra débiles. La batalla está perdida… ¿o no?
Muchos músicos se van a ver realmente jodidos para distribuir sus maquetas, para dar a conocer su producto. Ya no tienen medio en el cual promocionarse sin gastar un duro, principalmente porque no lo tienen. La otra cara de la moneda la dibujan las grandes empresas discográficas y cinematográficas. Sobra decir que incluyo en el saco a todas las grandes súper estrellas divinas de la muerte que andan quejándose porque en vez de ganar 50 millones en concepto de merchandaising, entradas para conciertos, y “algún que otro disco vendido”, solo pueden cobrar 49 millones, pobrecillos ¿verdad?. Ellos son los únicos beneficiarios de esta ley.
Anda, y que le vayan a tocar los narices a otros…
