4 de mayo de 2010

LAS HORMIGAS DE MADRID



Me gusta el ruido de Madrid, me gusta estar en una gran ciudad donde cinco millones de hormigas se van abriendo paso cada mañana por las entrañas de la cuidad. ¡Corre! Se hacen las nueve, llegas tarde a clase… Acelera un poco más, que no llegamos a la consulta del médico… Venga, venga, ponte verde, el jefe me va a cortar las pelotas como llegue tarde otro día más… ¿Cuánta gente habrá perdido su trabajo hoy? ¿Cuánta gente no habrá ido a clase? ¿Cuántos habrán ido a comprar el periódico por la mañana? Yo que sé… ¿cuántas hormigas habrán muerto aplastadas a consecuencia de las pisadas fulminantes de los transeúntes?

Me gusta el ruido de Madrid, pero no quien lo produce… me gustan las hormigas, pero no la vida que llevan. Me gustan los semáforos, el color rojo, el verde, el naranja no tanto… te puedes jugar el pellejo en un segundo con ese color… Me gustan las pisadas de la gente sobre la acera, pero no soporto saber que si te quedas quieto, puedes convertirte en una indefensa hormiga que podría morir aplastada en cualquier momento.

En fin, hormigas…

2 comentarios:

R. dijo...

Pobres hormigas.

yo odio madrid de día, pero mataría por ella de noche, cuando las hormigas se vuelven gatos...

besotes, hormiga isleña!

itziar dijo...

Yo tengo un problema con los gatos... les tengo fobia!

En cambio las hormigas me parecen graciosas, un poco estúpidas, pero graciosas, y listas... xD

Un abrazote querido R!