UNA COLISIÓN CON EFECTO

Hora: 22:02

Lugar en el mundo: Madrid, más concretamente: un piso de Arganda del Rey

Sensación: una mezcla de felicidad, remordimientos y tranquilidad conmigo misma. ¿Raro de entender? Sí.

Drogas: no

Bebida: solo una Heineken (a falta de Clipper de Fresa cualquier cosa gaseosa es bienvenida)

La pantalla de la tele se acaba de oscurecer, las imágenes que desfilaban ya no están. Regresaron de donde salían: el DVD. Un CD como otro cualquiera, redondo y plateado por debajo. La cara de un hombre y una mujer, ambos de mediana edad, letras y algún que otro logo se pueden diferenciar por la otra parte.

A mi alrededor no hay mucho ruido, las otras dos personas que como yo estaban mirando la pantalla de la tele se han ido a por mas latas de cerveza. No pienso emborracharme, así que tendré que aguantar la cogorza que ellos se cojan. Me parece un precio justo por haberme dejado sola unos instantes tras haberse acabado la película...

Parece paradójico que un guión, unos actores y unos fotogramas sean los culpables de esa mezcla rara de felicidad, remordimientos y tranquilidad al mismo tiempo. Contemplo la pared a la vez que miro la pantalla de mi portátil, el pobre, debe estar agotadísimo, toda la tarde haciendo un puto trabajo de documentación. Y ahora encima lo vuelvo a encender para joderlo con las gilipolleces que se me pasan por la cabeza… Me disculpo.

Hay cosas que necesitan ser escritas, no para que otros las lean, sino para recordar al que las está escribiendo infinidad de sensaciones y pensamientos que se apoderan de nuestro cuerpo… Yo, pertenezco a esa especie pese a sentirme completamente diferente. Me río de mi misma y de todas las personas que han intentado cambiar un aspecto algo negativo de mí. Me río pero es una risa irónica, si es que las risas pueden ser irónicas… Me río pero pienso en una única cosa, la cuál va a ser la primera que haga nada mas volver a tener en frente a todas aquellas personas que tengo a mas de 2.000 kilómetros de distancia, y a las que se fueron a por cerveza también.

Sé que la película no fue creada para hacer ver a una chica de dieciocho años, lo importante que es decir un “te quiero” y actuar desinteresadamente por y para los demás. Sé que todo ese montón de imágenes que ahora permanecen gravadas en algunos de los confines de mi cerebro fueron creadas para lanzar otro mensaje: Todo ser humano es igual al de al lado pese a no tener la misma piel del otro.

Pero ese hace ya casi dos lustros que lo entendí a la primera. El que parece que me costó casi veinte años pillar fue el de: demuestra a los demás lo que sientes, en definitiva, que el primer paso para convertirme en un oso amoroso ya está dado. No prometo nada, soy yo, y parte de mi esencia radica en este “pasotismo emocional” que nació conmigo.

Crash, gracias...