CAPAZ DE TODO

A un ritmo acompasado, alterado en algunos casos, mi corazón es el que lleva la batuta, el que marca el sitio donde debo pisar, el que dice SI y NO.
El que inevitablemente tira de mí. El que tantas veces me mete en más de un lío. El que físicamente me pertenece a mí y solo a mí. ¡Menuda falacia de la vida! Mi corazón no es sólo mío. Que egoísta sería por mi parte no compartirlo ni darle uso externo. Y que vida tan vacía si no dejase que nadie entrase y saliera de él… (Aunque ya me gustaría que el acceso no estuviera tan restringido y las salidas no ocasionaran colapsos tan grandes). Gilipolleces, no hago más que escribir gilipolleces… que al fin y al cabo van confrontando un fiel retrato de la realidad. Tengo dentro, en vez de corazón, un puerto donde siempre cabrán buques nuevos, donde por mucho que duela, también ha zarpado algún que otro barco…

Los que todavía quedan atracados, espero nunca me abandonen, tienen por seguro que el servicio de mantenimiento intenta estar a la altura todos los días, intenta cuidar y mimar todo lo que puede a esos majestuosos barcos entre los que se encuentran los dos buques insignia a los que les debo la vida, los trasatlánticos que vienen y van, y que aún estando en la lejanía sé que me pertenecen igual que yo a ellos. Luego, están las carabelas, galeones y demás barcos antiguos de los que tanto he aprendido, y cómo no! El tesoro, el niño de mis ojos, mi barco pirata… y en mi puerto, hasta los chalecos salvavidas cuentan (verdad Jazz?)

¿Y entonces qué serías capaz de hacer por la persona a la qué más quieres en este mundo? (pregunta que me formulada Darkend, la cual no se iba a quedar sin una respuesta digna y de tal dimensión como la propia cuestión planteada, pregunta que me ha hecho pensar y hacerle una biopsia a mi segundo cerebro)

¿Pues sabes qué? Sería, sería capaz de recorrerme el mundo entero descalza y con veinte kilos a la espalda, sería capaz de escalar el Everest en pijama, de atravesar el fuego y partir en dos el mar para que esa persona lo atravesara…Sería capaz de inventarme que puedo volar y hacerlo solo para que esa persona me viera si de ese hilo dependiese su felicidad… Sería, sería capaz de callar muchas bocas y dejar abiertas otras tantas, vengarme de todos y cada una de aquellos que algún día le hicieron daño… Sería capaz de hacer muchas cosas sin importarme los daños colaterales, sin importarme acabar en la peor cárcel del mundo, sin importarme haber hecho de mí un animal salvaje para defender aquello que considero intocable. Emplearía la fuerza si fuera necesario, gritaría como una posesa si a ese alguien le pasara algo, y el mundo se quedaría paralizado, el aire se vería vilmente rasgado y el silencio dejaría injustamente de existir cuando mi voz desgarrada atravesara el aire como el peor de los truenos y degollara el silencio dejándolo inutilizable hasta el resto de la eternidad.

No sé si sería capaz de matar por venganza (de antemano me inclino a pensar que no, pero siempre quedarán escollos de duda al no haber estado nunca en tal situación), estoy casi segura de mi incapacidad de privar a alguien de la vida, de robar algo tan valioso de manera tan brutal… hace unas líneas decía que no me importaba acabar encerrada en la cárcel, y lo vuelvo reiterar… En la cárcel se va a parar por muchas razones más.

Pero todo eso lo haría por más de una persona. La integridad de todos los barcos de mi puerto es una de mis prioridades…

¿Y tú qué harías, Darkend?
(También se admiten respuestas de todo aquel que no sea Darkend, no vaya a ser que piense que le doy un trato de exclusividad en mi blog) xD