12 de octubre de 2009

AGORA, NI TAN BUENA NI TAN MALA.



No sé como se las arregla Amenabar pero siempre acaba haciendo lo mismo. Tiene una historia con bastante potencial que bien lo podría llevar a las puertas del cielo pero sin embargo de una manera u otra siempre la pifia.
Partiendo del hecho de que Agora es un film histórico con tintes ideológicos y políticos, científicos y filosóficos, elementos que van de la mano caminando sobre una base religiosa, no es de extrañar que se eche en falta algo mas de acción que reavive el ritmo, a veces lento, de la película, una película que tan solo dura dos horas. Los puntos fuertes de Agora a mi parecer, son los decorados sublimes, Hipatia (que no la actriz en sí) tal y como nos la presenta Amenabar, una mujer de mente inquieta reina en un mundo de hombres. Vestuario, elementos de atrezo que hacen de ésta una película bastante creíble, fotografía y banda sonora también merecen un notable. En estos aspectos se nota que la productora no escatimó en gastos.
El talón de Aquiles de la película es algo tan esencial como el mensaje que pretende dar el señor Alejandro Amenabar. Respecto a eso solo puedo decir una cosa, se le vio el plumero casi desde el primer cuarto de hora. Lo de siempre, la religión cristiana, solo la cristiana, las demás son fantásticas y maravillosas, tuvo la culpa de todos los males del mundo. Hasta cierto punto una "antireligiosa" como yo puede estar mas que de acuerdo con ese punto de vista, pero una cosa es meterse con LA religión en general y otra muy distinta presentar al espectador la religión cristiana de la manera en la que Amenabar lo hace en esta película. Los ciudadanos no cristianos de Alejandría son buenísimas personas y ciudadanos ejemplares, los cristianos ya son poco mas que escoria y además curiosamente son los únicos a los que se les puede colgar la etiqueta de malos malísimos. Encima, la religión judía casi no pinta nada. Solo hay una lucha primaria.
Sin olvidar, claro está, la lucha personal e intelectual que Hipatia (el epicentro de la película) mantiene durante las dos horas de la cinta. Al final todos los elementos, giran en torno a ella. Ella es el sol y todo lo demás bien podría definirse como secundario. Realmente la satisfacción personal que Hipatia logra, es lo mas emocionante que sucede. No hay grandes batallas, ni grandes muertes, no hay historia de amor memorable, no al menos lo que la gente está acostumbrada a ver (lo que yo misma también estoy harta de ver), hay que profundizar y valorar los hechos que se nos presentan, en ese sentido me quito el sombrero. En otros, como lo es el "insignificante" hecho de que ni uno de los actores haya estado metido en el papel, salvo literalmente un par de excepciones, me tapo la cara a dos manos porque solo con cubrirme con el sombrero no me basta.

En fin, si tuviera que definir la película en una sola palabra sin duda alguna sería: equilibrada.
Al fin y al cabo se nota que Agora es una superproducción y eso juega a su favor. No es una película mala ni mucho menos. Es curioso porque si hago una valoración general del film, diré que es, hablando rápido y mal, cojonuda. En cambio si separo las partes del todo, ahí es cuando empieza a fallar la cosa.
Aún así, la recomiendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Ichi"! Soy Diego, el coleguita de Toño y Litos de tu planta!

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1saludo!